COLOSTOMIAS

Una colostomía es la derivación del intestino grueso a la superficie de la piel del abdomen donde se fija mediante puntos de sutura. Tiene una coloración roja i brillante semejante a la del interior de la boca.

Por una colostomía salen las heces, la mayoría de las veces en una consistencia dura o pastosa y en un ritmo deposicional de 1 o 2 veces al día en función de la dieta e ingesta que siga el paciente. La consistencia de estas heces varía dependiendo del tramo de intestino grueso que se lleve Hacia el exterior.


Las colostomías situadas en el lado izquierdo del abdomen producen unas heces más sólidas o compactas. Por el contrario, las colostomías situadas en el lado derecho producen unas heces más grumosas y con menos consistencia.

La colostomía se ubica en la zona inferior izquierda del abdomen cuando la parte que precisa intervención es el colon izquierdo. Si es la porción proximal del colon el tramo que necesita ser operado, el estoma se situará en la parte superior derecha del abdomen.

Es frecuente que el estoma cambie de aspecto a lo largo de las primeras semanas posteriores a la intervención. Cambia el diámetro e incluso la forma. Pasado este tiempo, la mayoría de estomas adquieren un aspecto definitivo, pudiendo variar en función de la evolución de la mucosa. Algunos estomas tienden a cerrarse. Si esto ocurre, consulta con la enfermera especialista, aunque es posible que ya te hayan enseñado como impedir que ocurra mediante un masaje con el dedo, practicado de forma regular.

Es muy importante que se adapte el diámetro de la bolsa al estoma para evitar complicaciones en la piel.

Las colostomías no tienen ningún tipo de esfínter por lo cual no existe ningún control fisiológico sobre la evacuación.
Las personas con colostomías situadas en el lado izquierdo (con heces formadas) pueden ser candidatas para realizar técnicas de irrigación o a la aplicación de un obturador que ayude a conseguir algunas horas de continencia.

Una ostomía puede ser temporal o definitiva en función de la causa que haya llevado a su implantación. Si no dispone de toda la información sobre esta cuestión, debe ser el profesional de referencia del paciente quien responda a esta pregunta en función del caso específico de cada paciente.

El estoma NO duele.  La mucosa que lo forma no tiene terminaciones nerviosas y por este motivo este es insensible a la presión, al roce y al dolor. Usted podrá tocar el estoma y no notara nada.

Si le duele la zona del estoma, es probable que el dolor provenga de la piel que hay a su alrededor. En este caso, es conveniente que consulte a su médico o terapista enterostomal.

Es necesario cambiar la bolsa al menos una vez al día.
Se recomienda hacerlo cuando se haya llenado un poco más de la mitad ya que el peso excesivo puede ser perjudicial para la piel y provocar que se despegue y manche al portador.  A pesar de todo, será la rutina diaria -con sus momentos y situaciones concretos- la que proporcionará pautas para saber cuándo es oportuno cambiar la bolsa.

El diámetro del estoma se puede medir con una plantilla medidora que se adjunta dentro de la caja de las bolsas. Sin embargo, a medida que la práctica aumenta, podrás ajustar el diámetro de la obertura sin necesidad de usarla.

El material que debe utilizarse es el siguiente:

Una bolsa de desecho para el dispositivo utilizado.
Material de higiene (esponja / agua / jabón). También se pueden utilizar toallitas húmedas: en este caso es necesario evitar las que llevan incorporados aceites grasos como protectores de la piel porque podrían dificultar la adhesión de la base.

Para el secado se puede usar toalla, pañuelos de papel e incluso papel higiénico.
El dispositivo limpio en el que se quiera colocar la bolsa si utilizamos 1 pieza, o la placa y la bolsa si utilizamos un dispositivo de 2 piezas.
Tijeras. Si hay que recortar el diámetro del adhesivo, es aconsejable tenerlo recortado antes de iniciar la higiene.
Cualquier otro accesorio que necesites utilizar, ya sea plantilla medidora del estoma, cinturón, protector cutáneo, desodorante, etc.
Preparar con tranquilidad todo el material necesario antes de realizar la higiene de su estoma y el cambio de dispositivo.

Los adhesivos de los dispositivos para el cuidado de las ostomías están diseñados para que se adhieran a la piel y se mantengan bien pegados.
Si detectas que empieza a despegarse por alguno de sus bordes, es mejor que realices un cambio completo de dispositivo así evitarás fugas de heces.

Debes consultar a tu especialista de manera URGENTE:

Si tienes más de 38º centígrados de fiebre

Si la ostomía no excreta nada.

Si tienes dolor, cólico, náuseas o vómitos.

Si padeces diarrea no controlada con dieta durante más de tres días.
Consultar de manera urgente significa que debes acudir al Servicio de Urgencias de tu hospital de referencia. No olvides llevar el material que usas habitualmente.

Recuerda: ante cualquier duda consulta a tu especialista o profesional de referencia.

Al salir de casa es aconsejable llevar siempre consigo todo aquello que es imprescindible para realizar un cambio imprevisto de dispositivo. Te sentirás más tranquilo y confiado y podrás cambiarte allí donde te encuentres.
Mediante un neceser pequeño puedes llevar:
Una bolsa de plástico para desechar lo utilizado.

El tipo de bolsa que estés utilizando, ya sea de 1 pieza o de 2, con la parte adhesiva ya recortada si es que debes recortarla.

Unas toallitas húmedas (recordando que no deben contener aceites grasos para que se puedan adherir bien.

Pañuelos de papel para poder secar la piel antes de adherir el dispositivo.

Tendemos siempre a decir “Esto no es nada”, “Esto es normal, no tiene importancia” y, en realidad, llevar una ostomía si tiene importancia. Por lo pronto, el cuerpo de la persona ostomizadas ha cambiado y ahora necesita acostumbrarse y adaptarse a esta nueva situación. Aprender el funcionamiento puede parecer difícil al principio, pero con el tiempo y la práctica del cuidado de la ostomía se convertirá en un hábito cotidiano.

El estoma no tiene por qué afectar a tu estilo de vida, excepto en aquellas adaptaciones que debes incorporar para el cuidado de tu estoma (higiene etc.).
A medida que vayas recuperando tu estado físico tras la intervención, irás incorporándote a tus actividades habituales de forma progresiva y con el tiempo que precises. El estoma no debe limitar tu movilidad.

La recuperación tras la intervención puede obligarte a permanecer durante un tiempo apartado del trabajo. Pero paralelamente a la recuperación física, necesitarás volver a reanudar tu actividad y a continuar con una vida totalmente normalizada. La vuelta al trabajo dependerá del estado general y una buena manera antes de hacerlo es ejercitarse con una actividad progresiva que  te proporcione la confianza necesaria para reanudar una jornada completa.
Aquellos trabajos en los que se requiera mucho esfuerzo físico y movimientos en los que intervenga la musculatura abdominal pueden ser poco recomendables, por lo que se puede dar la necesidad de buscar un trabajo más acorde con tu nueva situación. Es conveniente consultar con profesionales que te puedan asesorar y tener presente que un informe médico puede serte extremadamente útil.
En todo caso, debes tener en cuenta que en tu lugar de trabajo necesitarás disponer de un baño accesible que te ofrezca la intimidad necesaria para cambiarte de dispositivo.

Puedes ducharte con normalidad. Hacerlo con la bolsa colocada o sin ella, depende de tus preferencias. Debes tener en cuenta, sin embargo, que no tienes ningún control sobre las evacuaciones y que pueden producirse mientras te estés duchando.  Por este motivo, tal vez te sentirás más seguro con la bolsa colocada y al salir de la ducha, una vez te hayas secado, aprovechar para realizar la higiene del estoma y el cambio de bolsa.

No debes tener ninguna dificultad para bañarte en el mar o la piscina. Las bolsas para el cuidado de la ostomía quedan bien adheridas a la piel y el agua no va a despegarlas. Puedes tener la precaución de vaciarla, si está llena, antes de bañarte.

La mucosa del estoma está muy vascularizada y es fácil que, al limpiarla, aparezca un poco de sangre. Esto no debe alarmarte ya que es algo frecuente.

Existen distintas causas para que se produzca una diarrea: un proceso infeccioso intestinal, la propia enfermedad, el proceso quirúrgico al que te has sometido, el tratamiento con quimioterapia, algo de estrés.

En caso de diarrea se recomienda:
Tomar alimentos astringentes: arroz, patata, pasta, zanahoria cocida, pan, plátanos, carne y pescado a la plancha.
Tomar líquidos abundantes en pequeñas tomas para evitar la deshidratación: agua, caldo de arroz, zumo de manzana, infusiones de manzanilla, poleo, agua de limón…
Tomar yogurt natural o descremado, leche sin lactosa…
Evitar los alimentos como verduras, cereales la leche entera, el café y en general alimentos que contengan mucha fibra.

Usar gelificante de heces

Evitar tomar alimentos muy calientes; es mejor templados o a temperatura ambiente.
Si la diarrea no cesa a pesar de las medidas dietéticas, será necesario consultar con el profesional sanitario de referencia.

Los dispositivos que se utilizan son cada vez más discretos y permiten seguir llevando la misma ropa que antes de la realización de la ostomìa. La única precaución a tener en cuenta es que no deben oprimirse.
HOMBRES: Si el cinturón oprime el estoma, será mejor utilizar tirantes para sujetar el pantalón. Del mismo modo, podrás utilizar la ropa interior que prefieras con la misma condición.
MUJERES: También puedes seguir utilizando la misma ropa interior que utilizabas antes de la intervención, sólo teniendo la precaución de evitar los roces continuos sobre el estoma y la opresión del dispositivo.
Si habitualmente  utilizas faja, puedes usar las que tengan más tiempo ya que serán más elásticas y  comprimirán menos el estoma.
Existen dispositivos recolectores opacos que ayudan a conseguir una mayor discreción

Las mujeres en edad fértil pueden perfectamente plantearse la posibilidad de quedar embarazadas, aunque se recomienda una pausa de 2 años tras la intervención quirúrgica y no tener más de dos embarazos.

Modificaciones que pueden producirse durante el embarazo:
-Que el estoma se haga más grande de lo habitual.
-Que se retraiga un poco.
-Que se desplace de su sitio inicial durante el embarazo.

Una vez finalizado el embarazo estas situaciones suele resolverse. El útero crece lentamente con el embarazo y a pesar de ocupar casi todo el abdomen, las asas intestinales se adaptan a esta situación. Si existen secuelas a raíz de la intervención quirúrgica, pueden darse una compresión de estas asas y por ello es aconsejable el trabajo conjunto del ginecólogo con el cirujano. La recuperación del parto no tiene que diferenciarse al de una mujer no ostomizadas.

La enfermedad y la cirugía pueden debilitar o reducir el deseo sexual del paciente, pero ser portador de una ostomía no significa que deba ignorar su sexualidad.
Como en todo proceso de cambio es necesario darse un tiempo para recuperarse y aprender correctamente el manejo de la ostomía en las diferentes situaciones.
En los hombres se puede ver afectada la potencia sexual por la afectación de los vasos o los nervios de la zona, con disminución de la erección o dificultades de eyaculación.
En las mujeres puede suceder que se produzca sequedad vaginal y descenso de la libido.
Todos estos síntomas pueden ser un efecto directo de la intervención o derivados del estrés por la situación del paciente y en algunos casos son reversibles.

Es importante saber cómo puede afectar una ostomía a la absorción de algunos medicamentos.
Aunque por lo general no existen grandes inconvenientes, puede suceder que la ostomía modifique la velocidad de absorción de un fármaco por lo que la persona ostomizadas debe informar siempre de su condición a cualquier profesional que le recete un medicamento.
Algunos fármacos pueden producir diarrea, estreñimiento y cambios en el color y olor de las heces y la orina a cualquier persona, aunque para el portador de una ostomía esta circunstancia se hace más evidente y preocupante.

En cualquier caso, es importante no tomar ningún medicamento sin haber consultado antes con su médico y sin estar informado de sus posibles efectos secundarios.

Puedes seguir viajando si lo deseas y a dónde desees.  Llevar una ostomía no debe impedirte viajar en cualquier medio de transporte. Solo debes tener en cuenta algunas recomendaciones.

Las personas con ostomía tienen gases y olores igual que el resto de las personas, pero para ellas es más molesto ya que no pueden controlar la expulsión de gases voluntariamente.
Por este motivo es importante conocer el grupo de alimentos que pueden ayudar a tener bajo control los gases o minimizarlos. Los gases se producen entre las 3 y las 7 horas posteriores a las comidas y van disminuyendo gradualmente. Puedes planificar tu actividad de manera que la formación de gases te resulte un inconveniente menor.

-Alimentos que aumentan el olor de las heces y la emisión de gases: ajo, cebolla, coles, legumbres, espárragos, huevos, pescado azul….

-Plantas aromáticas que disminuyen los gases y los olores: laurel, perejil, cilantro…Infusiones que reducen los gases: anís, hinojo, poleo, tomillo, manzanilla, hierbaluisa, eneldo…..
Las bolsas de ostomía llevan un filtro de carbón activo que minimiza el olor y por el que se expulsan los gases pero su acción se puede complementar con algunos de los productos que existen en el mercado, como las pastillas que se introducen en la bolsa a modo de desodorante y consiguen disminuir el olor.

Es frecuente tener una sensación como la de necesidad de evacuar por la vía natural aún después de haberse practicado la ostomía. Muchas personas ostomizadas lo describen así y algunas de ellas incluso se sienten aliviadas al sentarse en el inodoro.

Si la intervención no ha conllevado la extirpación del recto / ano puede suceder que se expulse mucosidad a través de este.  Aunque te parezca una sensación molesta, no debes alarmarte. Con el tiempo desaparecerá.

ILEOSTOMÍA

Una ileostomía es una obertura en la pared abdominal mediante cirugía a cuyo exterior se lleva el extremo del íleo (porción de intestino delgado) formando una estoma.

La función principal del intestino delgado es la de absorber los nutrientes y el agua que ingerimos, además de liberar enzimas que ayudan a descomponer los alimentos.
La deposición que sale por una ileostomía contiene, por lo tanto, estos enzimas que pueden irritar la piel. Por ello es necesario proteger adecuadamente la piel que rodea el estoma.

La mayoría de estomas tienen una forma redonda u ovalada y lo más habitual es que una ileostomía sobresalga un poco de la pared abdominal, aunque algunas quedan más planas.
Cuando miramos el estoma, estamos viendo la parte interna del intestino delgado, llamada mucosa. Es de color rojizo pálido y aspecto húmedo y segrega pequeñas cantidades de mucosidad.
Poco después de la cirugía (entre 6-8 semanas) el diámetro del estoma se reducirá hasta tener una obertura permanente.

A diferencia del ano, el estoma no dispone de esfínter lo que significa que no existe ningún control sobre la salida de la deposición. Ello obliga a llevar colocada permanentemente una bolsa de recogida.

La ileostomía da salida a la materia fecal que será líquida o pastosa según la consistencia y tipología de los alimentos tomados, la medicación u otros factores.

La salida de las deposiciones es constante durante todo el día. Su composición las hace muy irritantes para la piel de la zona próxima al estoma, por lo que es importante tener cuidado de ella.

Habitualmente en la parte inferior derecha del abdomen.

El estoma suele cambiar de aspecto las primeras semanas después de la intervención: cambia el diámetro e incluso la forma. Pasado este tiempo, la mayoría de estomas adquieren un aspecto definitivo, pudiendo modificar su aspecto en función de la evolución de la mucosa. Es muy importante adaptar el diámetro de la bolsa al estoma para evitar complicaciones cutáneas.

El diámetro del estoma se puede medir con una plantilla medidora que se adjunta dentro de la caja de las bolsas. Sin embargo, a medida que la práctica aumenta, podrás ajustar el diámetro de la obertura sin necesidad de usarla.

El estoma NO duele debido a que la mucosa que lo forma no tiene terminaciones nerviosas. El estoma es insensible a la presión, al roce y al dolor. Si lo tocas, no notarás nada.
Si te duele la zona del estoma, es posible que sea un dolor provocado por el estado de la piel que hay a su alrededor, por lo que es conveniente consultar al especialista.

Debes consultar a tu especialista de manera URGENTE:

-Si tienes más de 38º centígrados de fiebre

-Si la ostomía no excreta nada.

-Si tienes dolor, cólico, náuseas o vómitos.

-Si padeces diarrea no controlada con dieta durante más de tres días.

Consultar de manera urgente significa que debes acudir al Servicio de Urgencias de tu hospital de referencia. No olvides llevar el material que usas habitualmente.

Recuerda: ante cualquier duda consulta a tu especialista o profesional de referencia.

Debes consultar a tu especialista de manera NO URGENTE:

-Cuando se produzcan cambios en la apariencia o la estructura del estoma.

-Si la unión entre la piel y el estoma sangra de manera continua.

-Si sangra a través del estoma de forma excesiva o después de cambiar la bolsa varias veces hay presencia de sangre dentro de la misma. (Algunos alimentos con pigmentación roja pueden aparecer junto con las heces y ser confundidos con sangre por lo que es importante recordar qué se ha comido con anterioridad).

-Si se ha obstruido el estoma.

– Si a través del estoma sobresale parte de la mucosa del intestino (prolapso).

-Si por cualquier causa la mucosa del estoma se ha lesionado.

-Si la obertura del estoma cada vez se hace más pequeña de manera que no puedes introducir el dedo meñique.

-Si el dispositivo que estás utilizando produce alergia en la zona de adhesión.

Consultar de manera no urgente significa pedir cita a la persona referente de tu centro de salud u hospital.
Recuerda: ante cualquier duda consulta a tu especialista o profesional de referencia.

Una ostomía puede ser temporal o definitiva en función de la causa de la intervención o de su alcance quirúrgico, por lo que no existe una respuesta única y cerrada.  Debes preguntarlo a tu profesional de referencia.

Es necesario cambiar la bolsa al menos una vez al día coincidiendo con la higiene del estoma. El resto del día se puede vaciar por la parte inferior de la misma tantas veces como sea necesario. Se recomienda hacerlo cuando se haya llenado un poco más de la mitad ya que el peso excesivo puede ser perjudicial para la piel y provocar que se despegue y manche. Si adviertes que la bolsa empieza a despegarse y a tener fugas, cámbiala por una nueva.

A pesar de todo, será la rutina diaria -con sus momentos y situaciones concretos- la que proporcionará pautas para saber cuándo es oportuno vaciar o cambiar la bolsa

-Una bolsa de desecho para el dispositivo utilizado.

-Material de higiene (esponja / agua / jabón). También se pueden utilizar toallitas húmedas: en este caso es necesario evitar las que llevan incorporados aceites grasos como protectores de la piel porque podrían dificultar la adhesión de la base.

-Para el secado se puede usar toalla, pañuelos de papel e incluso papel higiénico.

-El dispositivo limpio en el que se quiera colocar la bolsa si utilizamos 1 pieza, o la placa y la bolsa si utilizamos un dispositivo de 2 piezas.

-Tijeras. Si hay que recortar el diámetro del adhesivo, es aconsejable tenerlo recortado antes de iniciar la higiene.

-Cualquier otro accesorio que necesites utilizar, ya sea plantilla medidora del estoma, cinturón, protector cutáneo, desodorante, etc.

Preparar con tranquilidad todo el material necesario antes de realizar la higiene de su estoma y el cambio de dispositivo.

Es aconsejable que al salir de casa lleves siempre contigo todo lo imprescindible para efectuar un cambio imprevisto de dispositivo. Te sentirás así más tranquilo y confiado y podrás cambiarte cuando lo necesites dondequiera que estés.
-Una bolsa de plástico para desechar lo utilizado.
-Una bolsa de las que usas, sea de 1 pieza o de 2 piezas. Si sueles recortar la parte adhesiva, hazlo precisamente en casa.
-Unas toallitas húmedas. Recuerda que no deben contener aceites grasos para que no dificulten la adhesión.
-Pañuelos de papel para poder secar antes de adherir el dispositivo

Tendemos siempre a decir “Esto no es nada”, “Esto es normal, no tiene importancia” y, en realidad, llevar una ostomía si tiene importancia. Por lo pronto, el cuerpo ha cambiado y ahora necesita acostumbrarse y adaptarse a esta nueva situación. Aprender el funcionamiento puede parecer difícil al principio, pero con el tiempo y la práctica, el cuidado de la ostomía se convertirá en un hábito cotidiano.

El estoma no tiene por qué afectar a tu estilo de vida, excepto en aquellas adaptaciones que debes incorporar para el cuidado de tu estoma (higiene etc.).
A medida que vayas recuperando tu estado físico tras la intervención, irás incorporándote a tus actividades habituales de forma progresiva y con el tiempo que precises. El estoma no debe limitar tu movilidad.

La recuperación tras la intervención puede obligarte a permanecer durante un tiempo apartado del trabajo. Pero paralelamente a la recuperación física, necesitarás volver a reanudar tu actividad y a continuar con una vida totalmente normalizada. La vuelta al trabajo dependerá del estado general y una buena manera antes de hacerlo es ejercitarse con una actividad progresiva que te proporcione la confianza necesaria para reanudar una jornada completa.
Aquellos trabajos en los que se requiera mucho esfuerzo físico y movimientos en los que intervenga la musculatura abdominal pueden ser poco recomendables, por lo que se puede dar la necesidad de buscar un trabajo más acorde con tu nueva situación. Es conveniente consultar con profesionales que te puedan asesorar y tener presente que un informe médico puede serte extremadamente útil.
En todo caso, debes tener en cuenta que en tu lugar de trabajo necesitarás disponer de un baño accesible que te ofrezca la intimidad necesaria para cambiarte de dispositivo.

Puedes ducharte con normalidad. Hacerlo con la bolsa colocada o sin ella, depende de tus preferencias. Debes tener en cuenta, sin embargo, que no tienes ningún control sobre las evacuaciones y que pueden producirse mientras te estés duchando.  Por este motivo, tal vez te sentirás más seguro con la bolsa colocada y al salir de la ducha, una vez te hayas secado, aprovechar para realizar la higiene del estoma y el cambio de bolsa.

No debes tener ninguna dificultad para bañarte en el mar o en una piscina. Las bolsas quedan bien adheridas a la piel y el agua no va a despegarla. Puedes tener la precaución de vaciarla si está llena antes de bañarte.

La mucosa del estoma está muy vascularizada y es fácil que al limpiarla aparezca un poco de sangre. Esto no debe alarmarte ya que es algo frecuente.

Existen distintas causas para que se produzca una diarrea: un proceso infeccioso intestinal, la propia enfermedad, el proceso quirúrgico al que te has sometido, el tratamiento con quimioterapia, algo de estrés….

En caso de diarrea se recomienda:

-Tomar alimentos astringentes: arroz, patata, pasta, zanahoria cocida, pan, plátanos, carne y pescado a la plancha…

-Tomar líquidos abundantes en pequeñas tomas para evitar la deshidratación: agua, caldo de arroz, zumo de manzana, infusiones de manzanilla, poleo, agua de limón…

-Tomar yogurt natural o descremado, leche sin lactosa…

-Evitar los alimentos como verduras, cereales la leche entera, el café y en general alimentos que contengan mucha fibra

-Evitar tomar alimentos muy calientes; es mejor templados o a temperatura ambiente.
Si la diarrea no cesa a pesar de las medidas dietéticas, será necesario consultar con el profesional sanitario de referencia.

Los dispositivos que se utilizan son cada vez más discretos y permiten seguir llevando la misma ropa que antes de la realización de la ostomía. La única precaución a tener en cuenta es que no deben oprimirse.

HOMBRES: Si el cinturón oprime el estoma, será mejor utilizar tirantes para sujetar el pantalón. Del mismo modo, podrás utilizar la ropa interior que prefieras con la misma condición.

MUJERES: También puedes seguir utilizando la misma ropa interior que utilizabas antes de la intervención, sólo teniendo la precaución de evitar los roces continuos sobre el estoma y la opresión del dispositivo.
Si habitualmente utilizas faja, puedes usar las que tengan más tiempo ya que serán más elásticas y comprimirán menos el estoma.
Existen dispositivos recolectores opacos que ayudan a conseguir una mayor discreción.

Los adhesivos de los dispositivos para el cuidado de las ostomías están diseñados para que se adhieran a la piel y se mantengan bien adheridos.
Si detectas que empieza a despegarse por alguno de sus bordes, es mejor que realices un cambio completo de dispositivo así evitarás fugas de heces.

Las mujeres en edad fértil pueden perfectamente plantearse la posibilidad de quedarse embarazadas, aunque se recomienda una pausa de 2 años tras la intervención quirúrgica y no tener más de dos embarazos.


Algunas dificultades que pueden presentarse:

-La misma causa que originó la ostomía sumada a la cirugía pueden ocasionar daños en la movilidad y permeabilidad de las trompas.
-Si existen adherencias tras la intervención, podrían dificultar que el óvulo logre ser captado por la trompas.
-Si las trompas están dañadas pero la función ovárica estuviera conservada y el útero también, puede optarse por un programa de fertilidad asistida.

Modificaciones que pueden producirse durante el embarazo:
-Que el estoma se haga más grande de lo habitual.
-Que se retraiga un poco.
-Que se desplace de su sitio inicial durante el embarazo.

Una vez finalizado el embarazo estas situaciones suele resolverse. El útero crece lentamente con el embarazo y a pesar de ocupar casi todo el abdomen, las asas intestinales se adaptan a esta situación. Si existen secuelas a raíz de la intervención quirúrgica, pueden darse una compresión de estas asas y por ello es aconsejable el trabajo conjunto del ginecólogo con el cirujano. La recuperación del parto no tiene que diferenciarse al de una mujer no ostomizada.

¿Puedo practicar sexo siendo portador de una ileostomía?

La enfermedad y la cirugía pueden debilitar o reducir el deseo sexual del paciente, pero ser portador de una ostomía no significa que deba ignorar su sexualidad.
Como en todo proceso de cambio es necesario darse un tiempo para recuperarse y aprender correctamente el manejo de la ostomía en las diferentes situaciones.
Es básico hacer partícipe de las dudas y sensaciones a la pareja. A través de la comunicación se resuelven la mayor parte de las dificultades sexuales. La ayuda que puede prestar la pareja es muy valiosa. Con tacto y cariño entre ambos, los problemas llegan a minimizarse. Pero es muy importante que la pareja de la persona ostomizada esté informada y sepa todo lo referente a su ostomía.  

En todo caso es aconsejable esperar a una plena recuperación del estado físico de la persona ostomizada después de la cirugía, antes de reemprender una actividad sexual normal. Tanto en el hombre como en la mujer pueden producirse cambios en la sexualidad tras la intervención. En los hombres se puede ver afectada la potencia sexual por la afectación de los vasos o los nervios de la zona, con disminución de la erección o dificultades de eyaculación. En las mujeres puede suceder que se produzca sequedad vaginal y descenso de la libido. Todos estos síntomas pueden ser un efecto directo de la intervención o derivados del estrés por la situación del paciente y en algunos casos son reversibles.

Es importante saber cómo puede afectar una ostomía a la absorción de algunos medicamentos.
Aunque por lo general no existen grandes inconvenientes, puede suceder que la ostomía modifique la velocidad de absorción de un fármaco por lo que la persona ostomizada debe informar siempre de su condición a cualquier profesional que le recete un medicamento.
Algunos fármacos pueden producir diarrea, estreñimiento y cambios en el color y olor de las heces y la orina a cualquier persona, aunque para el portador de una ostomía esta circunstancia se hace más evidente y preocupante.

En cualquier caso, es importante no tomar ningún medicamento sin haber consultado antes con su médico y sin estar informado de sus posibles efectos secundarios.

Puedes seguir viajando si lo deseas y a dónde desees.  Llevar una ostomía no debe impedirte viajar en cualquier medio de transporte.

-Si conduces habitualmente, debes tener la precaución de que el cinturón de seguridad no te oprima el estoma. Infórmate sobre cinturones de seguridad con topes u otros mecanismos que aumentan su comodidad, como los que existen para mujeres embarazadas.
-Si viajas en avión, el cambio de presión atmosférica durante el vuelo puede provocar un aumento de gases. Recuerda que al ser portador de una ostomía no tienes ningún control sobre ellos. Para evitar incomodidades, puedes preparar el viaje desde el día anterior evitando beber líquidos con gas o alimentos flatulentos.
-Siempre que debas desplazarte de tu lugar habitual, es aconsejable llevar contigo el material de recambio (equipaje de mano) por si precisas realizar un cambio durante el viaje y para eliminar las sorpresas derivadas de una posible pérdida de maleta en los desplazamientos en avión.

-Puedes llevar contigo todo el material necesario para el periodo vacacional o asegurarte de que a dónde vayas podrás conseguir el dispositivo que estás utilizando.
-Sufrir una diarrea en el extranjero es algo que le ocurre a todo el mundo con cierta frecuencia, la mayoría de veces a causa de un cambio de agua, de alimentación o de clima. Asegúrate de la calidad del agua y de los alimentos de ciertos destinos para evitar sorpresas de cambios en tu ritmo de posicional.

Las personas con ostomía tienen gases y olores igual que el resto de personas, pero para ellas es más molesto ya que no pueden controlar la expulsión de gases voluntariamente.
Por este motivo es importante conocer el grupo de alimentos que pueden ayudar a tener bajo control los gases o minimizarlos.
Los gases se producen entre las 3 y las 7 horas posteriores a las comidas y van disminuyendo gradualmente. Puedes planificar tu actividad de manera que la formación de gases te resulte un inconveniente menor.

-Alimentos que aumentan el olor de las heces y la emisión de gases: ajo, cebolla, coles, legumbres, espárragos, huevos, pescado azul….
-Plantas aromáticas que disminuyen los gases y los olores: laurel, perejil, cilantro…Infusiones que reducen los gases: anís, hinojo, poleo, tomillo, manzanilla, hierbaluisa, eneldo entre otras.Recuerda que la dieta y los hábitos te pueden ayudar en gran medida a mejorar tu estado general y tu calidad de vida.

Es importante, comer despacio, masticar bien los alimentos y mantener una buena conservación de las piezas dentales para ayudar a todo ello.
Las bolsas de ostomía llevan un filtro de carbón activo que minimiza el olor y por el que se expulsan los gases pero su acción se puede complementar con algunos de los productos que existen en el mercado, como las pastillas que se introducen en la bolsa a modo de desodorante y consiguen disminuir el olor.

Es frecuente tener una sensación como la de necesidad de evacuar por la vía natural aún después de haberse practicado la ostomía. Muchas personas ostomizadas lo describen así y algunas de ellas incluso se sienten aliviadas al sentarse en el inodoro.

Si la intervención no ha conllevado la extirpación del recto / ano puede suceder que se expulse mucosidad a través del mismo.  Aunque te parezca una sensación molesta, no debes alarmarte. Con el tiempo desaparecerá.

UROSTOMÍA

La Urostomia es una derivación del conducto urinario hacia una obertura en el abdomen que se lleva a cabo mediante cirugía. La salida exterior de este conducto da lugar a un estoma mucocutáneo por el que se excreta la orina.
Esta intervención se lleva a cabo cuando la vejiga no funciona como es debido por malformaciones, tumores, enfermedad neurógena, etc. Si se elimina, la intervención se denomina cistectomía.
Para las personas que sufren enfermedades graves de la vejiga, una Urostomia puede representarles el inicio de una vida nueva y más sana.

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

En una Urostomia tipo Bricker, el estoma tiene un color rojizo y un aspecto húmedo y brillante. La forma del estoma puede variar entre redondo y ovalado y varía de tamaño pasados los primeros días de la cirugía.
Algunos estomas sobresalen un poco, mientras que otros pueden quedar más planos, según sea la constitución del abdomen.

Por una Urostomia sale orina de forma continua. En algún tipo de derivación urinaria también puede aparecer mucosidad junto con la orina.

Cuando se lleva a cabo una desviación del conducto de la orina y se crea un estoma para llevarlo al exterior, se produce una pérdida de la función de los esfínteres urinarios y la orina sale de forma continua a través del estoma. Por este motivo se necesita un dispositivo o bolsa para recogerla.

En la mayoría de derivaciones urinarias, el estoma se coloca en el abdomen, normalmente en el lado derecho.

El estoma NO duele, debido a que la mucosa que lo forma no tiene terminaciones nerviosas. El estoma es insensible a la presión, al roce y al dolor. Podrás tocarlo y no notarás nada.
Si te duele la zona del estoma, es posible que el dolor proceda de la piel que hay alrededor del estoma.  En este caso es conveniente consultar al especialista.

Una Urostomia puede ser temporal o definitiva en función de la causa que la haya motivado y del órgano implicado. Si se practica una cistectomía (extirpación de la vejiga), la Urostomia es definitiva.

Tendemos siempre a decir “Esto no es nada”, “Esto es normal, no tiene importancia” y, en realidad, llevar una ostomía si tiene importancia. Por lo pronto, el cuerpo de la persona ostomizada ha cambiado y ahora necesita acostumbrarse y adaptarse a esta nueva situación. Aprender el funcionamiento puede parecer difícil al principio, pero con el tiempo y la práctica el cuidado de la ostomía se convertirá en un hábito cotidiano.

El estoma no tiene por qué afectar a tu estilo de vida, excepto en aquellas adaptaciones que debes incorporar para el cuidado de tu estoma (higiene etc.).
A medida que vayas recuperando tu estado físico tras la intervención, irás incorporándote a tus actividades habituales de forma progresiva y con el tiempo que precises. El estoma no debe limitar tu movilidad.

Nos referimos a la bolsa que va adherida a la piel alrededor del estoma y que tiene como misión la recogida de la orina que sale por el estoma o catéter. La principal característica de las bolsas de Urostomia es que tienen una salida para evacuar la orina y por este motivo las llamamos bolsas abiertas.

En los portadores de Urostomia la salida de orina es constante y la existencia de una válvula de vaciado en la bolsa les permite repetir la operación tantas veces como sea necesario durante el día, sin tener que cambiarla. También tienen una válvula anti retorno que impide que la orina esté en contacto con el estoma.

Es necesario cambiar la bolsa  una vez al día, coincidiendo con la higiene del estoma.

El material que debe utilizarse es el siguiente:

Una bolsa de desecho para el dispositivo utilizado.

Material de higiene (esponja / agua / jabón). También se pueden utilizar toallitas húmedas: en este caso es necesario evitar las que llevan incorporados aceites grasos como protectores de la piel porque podrían dificultar la adhesión de la base.

Para el secado se puede usar toalla, pañuelos de papel e incluso papel higiénico.

El dispositivo limpio en el que se quiera colocar la bolsa si utilizamos 1 pieza, o la placa y la bolsa si utilizamos un dispositivo de 2 piezas.

Tijeras. Si hay que recortar el diámetro del adhesivo, es aconsejable tenerlo recortado antes de iniciar la higiene.

Cualquier otro accesorio que necesites utilizar, ya sea plantilla medidora del estoma, cinturón, protector cutáneo, desodorante, etc.
Preparar con tranquilidad todo el material necesario antes de realizar la higiene de su estoma y el cambio de dispositivo.

Es necesario cambiar la bolsa una vez al día, coincidiendo con la higiene del estoma.

El resto del día puede vaciarla por la parte inferior tantas veces como sea necesario. Recuerde no dejar que se llene más de una tercera parte.

Si ve que su bolsa empieza a despegarse y a tener fugas retire la bolsa y coloque una bolsa nueva para evitar fugas importantes

Al salir de casa es aconsejable llevar siempre consigo todo aquello que es imprescindible para realizar un cambio imprevisto de dispositivo. Te sentirás más tranquilo y confiado y podrás cambiarte allí donde te encuentres.
Mediante un neceser pequeño puedes llevar:
Una bolsa de plástico para desechar lo utilizado.
El tipo de bolsa que estés utilizando, ya sea de 1 pieza o de 2, con la parte adhesiva ya recortada si es que debes recortarla.

Unas toallitas húmedas (recordando que no deben contener aceites grasos para que se puedan adherir bien.

Pañuelos de papel para poder secar la piel antes de adherir el dispositivo.

Es frecuente que el estoma cambie de aspecto a lo largo de las primeras semanas posteriores a la intervención. Cambia el diámetro e incluso la forma. Pasado este tiempo, la mayoría de estomas adquieren un aspecto definitivo, pudiendo variar en función de la evolución de la mucosa. Algunos estomas tienden a cerrarse. Si esto ocurre, consulta con la enfermera especialista, aunque es posible que ya te hayan enseñado como impedir que ocurra mediante un masaje con el dedo, practicado de forma regular.

Es muy importante que se adapte el diámetro de la bolsa al estoma para evitar complicaciones en la piel.

Debes consultar a tu especialista de manera URGENTE:
Si tienes fiebre superior a 38º centígrados

Si la ostomía no funciona.

Si tienes dolor, cólico, náuseas o vómitos.

Si tienes diarrea no controlada con dieta durante más de tres días.
Consultar de manera urgente significa que debes acudir al Servicio de Urgencias de tu hospital de referencia. No olvides llevar el material que usas habitualmente.
Recuerda: ante cualquier duda consulta a tu especialista o profesional de referencia

Debes consultar de manera NO URGENTE siempre que surjan problemas de adaptación al dispositivo que lleves.

Si se producen fugas de orina por debajo del dispositivo, es importante pedir cita con el profesional que te atiende para evitar irritaciones cutáneas que puedan ocasionar problemas mayores. También debes consultar de manera no urgente si se producen cambios de coloración del estoma.

La recuperación tras la intervención puede obligarte a permanecer durante un tiempo apartado del trabajo. Pero paralelamente a la recuperación física, necesitarás volver a reanudar tu actividad y a continuar con una vida totalmente normalizada. La vuelta al trabajo dependerá del estado general y una buena manera antes de hacerlo es ejercitarse con una actividad progresiva que te proporcione la confianza necesaria para reanudar una jornada completa.
Aquellos trabajos en los que se requiera mucho esfuerzo físico y movimientos en los que intervenga la musculatura abdominal pueden ser poco recomendables, por lo que se puede dar la necesidad de buscar un trabajo más acorde con tu nueva situación. Es conveniente consultar con profesionales que te puedan asesorar y tener presente que un informe médico puede serte extremadamente útil.
En todo caso, debes tener en cuenta que en tu lugar de trabajo necesitarás disponer de un baño accesible que te ofrezca la intimidad necesaria para cambiarte de dispositivo.

Puedes ducharte con normalidad. Hacerlo con la bolsa colocada o sin ella, depende de tus preferencias. Debes tener en cuenta, sin embargo, que no tienes ningún control sobre las evacuaciones y que pueden producirse mientras te estés duchando. Por este motivo, tal vez te sentirás más seguro con la bolsa colocada y al salir de la ducha, una vez te hayas secado, aprovechar para realizar la higiene del estoma y el cambio de bolsa.

No debes tener ninguna dificultad para bañarte en el mar o la piscina. Las bolsas para el cuidado de la ostomía quedan bien adheridas a la piel y el agua no va a despegarlas. Puedes tener la precaución de vaciarla, si está llena, antes de bañarte.

Puede seguir viajando si lo desea y a donde desee, tener una ostomía no debe impedirle viajar. Puede hacerlo en tren, coche, avión… en cualquier medio de transporte.
Si usted conduce habitualmente, debe tener la precaución de que el cinturón de seguridad lo le oprima el estoma. Existen cinturones de seguridad para embarazadas que le pueden ayudar a sentirse más cómodo.
Siempre que deba desplazarse de su lugar habitual, es aconsejable llevar consigo el material de recambio (equipaje de mano) por si precisa realizar un cambio durante el viaje y para eliminar las sorpresas de perdida de maletas en los desplazamientos en avión.

Una Urostomia no comporta restricciones en la alimentación. Es fácil que puedas seguir comiendo como antes de la intervención quirúrgica. Tu médico te indicará si debes tener alguna precaución especial y también la cantidad de líquido que debes tomar durante el día.
Debes saber, también, que algunos alimentos o medicamentos pueden modificar tanto el color como el olor de la orina.

Sentir la necesidad de orinar por la vía natural aun cuando se haya practicado la Urostomia, es un hecho frecuente y, por lo tanto, normal. Muchas personas ostomizada describen esa sensación y algunas dicen que les alivia simular que están orinando. Esta sensación puede desconcertarte, pero no debes alarmarte porqué irá desapareciendo con el tiempo.

El diámetro del estoma se puede medir con una plantilla medidora que se adjunta dentro de la caja de las bolsas. Sin embargo, a medida que la práctica aumenta, podrás ajustar el diámetro de la obertura sin necesidad de usarla.

Los dispositivos que se utilizan son cada vez más discretos y permiten seguir llevando la misma ropa que antes de la realización de la ostomía. La única precaución a tener en cuenta es que no deben oprimirse.
HOMBRES: Si el cinturón oprime el estoma, será mejor utilizar tirantes para sujetar el pantalón. Del mismo modo, podrás utilizar la ropa interior que prefieras con la misma condición.
MUJERES: También puedes seguir utilizando la misma ropa interior que utilizabas antes de la intervención, sólo teniendo la precaución de evitar los roces continuos sobre el estoma y la opresión del dispositivo.
Si habitualmente utilizas faja, puedes usar las que tengan más tiempo ya que serán más elásticas y comprimirán menos el estoma.
Existen dispositivos recolectores opacos que ayudan a conseguir una mayor discreción.

Los adhesivos de los dispositivos para el cuidado de las ostomías están diseñados para que se adhieran a la piel y se mantengan bien pegados.
Si detectas que empieza a despegarse por alguno de sus bordes, es mejor que realices un cambio completo de dispositivo así evitarás fugas de heces.

Los adhesivos de los dispositivos para el cuidado de las ostomías están diseñados para que se adhieran a la piel y se mantengan pegados durante el tiempo necesario. Si a pesar de ello detectas que empieza a despegarse por alguno de sus bordes, es mejor hacer un cambio completo de dispositivo y evitar de esta forma el contacto de la orina con la piel.

Pueden existir distintas causas para que se produzca una fuga:

-Porqué la piel ha quedado algo húmeda, con lo que el dispositivo no se adhiere de manera correcta.

-Si el estoma cambia de forma, quedando parte de este sobre la mucosa.

– Si has cortado en exceso el dispositivo facilitando el escape de la orina por el borde.

-Si se ha modificado tu peso y, en consecuencia, la forma de tu abdomen por lo que el dispositivo tal vez no se adhiere correctamente.

Las mujeres en edad fértil pueden perfectamente plantearse la posibilidad de quedar embarazadas, aunque se recomienda una pausa de 2 años tras la intervención quirúrgica y no tener más de dos embarazos.

Algunas dificultades que pueden presentarse:
-La misma causa que originó la ostomías sumada a la cirugía pueden ocasionar daños en la movilidad y permeabilidad de las trompas.
-Si existen adherencias tras la intervención, podrían dificultar que el óvulo logre ser captado por la trompas.
-Si las trompas están dañadas pero la función ovárica estuviera conservada y el útero también, puede optarse por un programa de fertilidad asistida.
Modificaciones que pueden producirse durante el embarazo:
-Que el estoma se haga más grande de lo habitual.
-Que se retraiga un poco.
-Que se desplace de su sitio inicial durante el embarazo.

La enfermedad y la cirugía pueden debilitar o reducir el deseo sexual del paciente, pero ser portador de una ostomía no significa que deba ignorar su sexualidad.
Como en todo proceso de cambio es necesario darse un tiempo para recuperarse y aprender correctamente el manejo de la ostomía en las diferentes situaciones.
Tanto en el hombre como en la mujer pueden producirse cambios en la sexualidad tras la intervención.
En los hombres se puede ver afectada la potencia sexual por la afectación de los vasos o los nervios de la zona, con disminución de la erección o dificultades de eyaculación.
En las mujeres puede suceder que se produzca sequedad vaginal y descenso de la libido.
Todos estos síntomas pueden ser un efecto directo de la intervención o derivados del estrés por la situación del paciente y en algunos casos son reversibles.

Sugerencias:

Céntrate en sus sentimientos, no en la ostomía. Comunícate con tu pareja

Crea un entorno adecuado que te permita relajarte. No tengas prisa.

Vacía antes la bolsa y asegúrate que esté bien cerrada. Esto te dará tranquilidad.

Si estás preocupado por la apariencia de la bolsa puedes disimularla usando algún tipo de camiseta.

Puedes utilizar bolsas más pequeñas y opacas.

En la cama, la posición “acostado de lado” funciona mejor en el lado del estoma, así la bolsa no estará entre tú y tu compañero/a.

Si te resulta difícil encontrar una solución satisfactoria para ambos o constatas que existe alguna disfunción, no te dejes llevar por el desánimo ni por el temor y consulta al personal sanitario que te atiende y/o al especialista, urólogo o ginecólogo. Te ayudarán a encontrar la mejor solución.

Solamente tú decides quién debe saber que eres portador de una Urostomia. Algunas personas necesitan compartirlo y otras prefieren mantenerlo en su intimidad.

Aunque por lo general no existen grandes inconvenientes, es necesario saber que algunos medicamentos pueden modificar tanto el olor como el color de la orina. Aunque este efecto se produce en cualquier paciente, en los portadores de una Urostomia se hace más evidente a través de la bolsa. De ahí la necesidad de no alarmarse y de consultar cualquier duda con el médico.

Por todo ello, cualquier médico que te prescriba un medicamento debe ser informado de que eres portador de una Urostomia.